Marc Jacobs lanzaba en noviembre su nueva colección Redux Grunge 1993/2018 inspirada en el género musical grunge y que pretendía homenajear la década que lo posicionase como uno de los diseñadores más transgresores del momento. Esta colección cuenta con modelos como Gigi Hadid o Slick Woods, con colaboraciones como la de Dr. Martens y según reza su propia página web, la colección está inspirada en el año 1993 cuando «Kate Moss o Naomi Campbell llevaban vestidos de tirantes con Birkenstock y Nirvana o Sonic Youth se convirtieron en la banda sonora de la época».
Esta ‘inspiración’ en Nirvana ha costado a Marc Jacobs una denuncia por parte de los representantes legales de la icónica banda de los noventa, Dave Grohl, Krist Novoselic y Courtney Love, que les acusa de utilizar sin derechos su reconocido logo ‘smiley’ en una camiseta y una sudadera. En ambas prendas mantienen el mismo diseño de la reconocida cara de la banda pero cambiando las ‘x’ de los ojos por una ‘m’ y una ‘j’ y sustituyendo el nombre de ‘Nirvana’ por la palabra ‘Heaven’.
Según informa The Fashion Law sobre la demanda presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos del Distrito de California Central, la colección «usa de manera engañosa las marcas registradas de derecho común de Nirvana, y utiliza otros elementos con los cuales Nirvana está ampliamente asociado para que parezca que Nirvana ha respaldado o está asociado de alguna otra forma».Además la descripción de la prenda tampoco ha gustado al grupo. En el texto que acompaña a la camiseta en la web oficial de Marc Jacobs se menciona que «seguro que huele como un espíritu adolescente (smells like teen spirit)» haciendo referencia a una de las canciones más conocidas de la banda de Kurt Cobain.
La respuesta de la firma de moda aún no ha llegado, sin embargo el propio Jacobs ha subido a su cuenta de Instagram un vídeo donde aparece un niño diciendo «no tengo tiempo para cotilleos» que el diseñador titula como «Mis sentimientos exactamente».
Marc Jacobs se encuentra actualmente involucrado en otra demanda por copia, una presentada en noviembre de 2017 por un grupo de artistas independientes que afirman que la colección Resort 2017 de la marca fue «desafortunadamente… no original» y que «intencionalmente y con conocimiento» se hizo uso de diseños de los artistas.